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Desde la poesía…
Es evidente que la ciudad es un lugar donde se combinan imaginarios con tránsitos de un sitio a otro. La ciudad no existe en sí misma, sino que posee un corpus que se construye en base a las diversas ramas que la conforman. Así, la ciudad vista desde una óptica literaria, existe en la medida en que se la piensa, se la canta y se la reflexiona. El trabajo poético que toma en cuenta a la ciudad, va intrínsecamente ligado a la arquitectura, pues ésta constituye la poesía de las formas y de las estructuras. En síntesis, la poética y la arquitectura se traspapelan: la una desde la palabra y la otra desde la forma, sin excluirse mutuamente. Este proyecto se instaura en ese quehacer; posibilita la simbiosis de la palabra y la forma; nos ofrece la posibilidad de pensar a la ciudad desde las dos categorías.
Desde la arquitectura…
El objetivo primordial del evento es explorar la manera en que se fusionan la ciudad, la arquitectura y los poetas que la habitan. Las relaciones entre el entorno y la expresión artística de un pueblo son inextricables. No se puede hablar de poesía moderna sin hacer referencia al surgimiento de la ciudad industrial y la nueva conciencia que se formuló entre sus vías, en sus barrios y cafetines, bajo sus chimeneas y depósitos. En esta nueva era de mega-urbanización, migraciones masivas y glocalidades, vale la pena detenerse a reflexionar sobre las nuevas formas que está adquiriendo la poesía contemporánea en Quito, ciudad cuyas orillas se desbordan a una velocidad sin precedentes, conforme se repleta de autos y de vaho, mientras pavimenta el entorno en un sacudón irrefrenable.
Gaston Bachelard, en su libro La poética del espacio, apunta a develar las estructuras profundas que adquieren forma en el campo del mito y la poesía a partir de hechos espaciales concretos y tangibles. Las metáforas del cielo y el infierno, el altillo y el sótano, el umbral, el laberinto, son tan sólo algunas de las fuerzas telúricas que se abren campo para inyectar de fuerza vital a la poesía de autores como Baudelaire.
Una colaboración entre la Bienal de Arquitectura de Quito y la Alianza Francesa hizo posible este interesante encuentro entre arquitectos, poetas y ciudadanos -nos permitió explorar la poética de nuestro espacio, de Quito, de esta ciudad de monasterios, colmenas, quebradas y tumbas, a través de las voces finalmente “audibles” de nuestra poesía joven.
Poetas participantes: Christian Arteaga, Samuel Tituaña, Fernando Escobar, Walter Jimbo, Marcelo Villa, Jorge Gómez, Edison Lasso, Carlos Luis Ortiz, Alex Tupiza, Javier Cevalos y Edwin Madrid
Es evidente que la ciudad es un lugar donde se combinan imaginarios con tránsitos de un sitio a otro. La ciudad no existe en sí misma, sino que posee un corpus que se construye en base a las diversas ramas que la conforman. Así, la ciudad vista desde una óptica literaria, existe en la medida en que se la piensa, se la canta y se la reflexiona. El trabajo poético que toma en cuenta a la ciudad, va intrínsecamente ligado a la arquitectura, pues ésta constituye la poesía de las formas y de las estructuras. En síntesis, la poética y la arquitectura se traspapelan: la una desde la palabra y la otra desde la forma, sin excluirse mutuamente. Este proyecto se instaura en ese quehacer; posibilita la simbiosis de la palabra y la forma; nos ofrece la posibilidad de pensar a la ciudad desde las dos categorías.
Desde la arquitectura…
El objetivo primordial del evento es explorar la manera en que se fusionan la ciudad, la arquitectura y los poetas que la habitan. Las relaciones entre el entorno y la expresión artística de un pueblo son inextricables. No se puede hablar de poesía moderna sin hacer referencia al surgimiento de la ciudad industrial y la nueva conciencia que se formuló entre sus vías, en sus barrios y cafetines, bajo sus chimeneas y depósitos. En esta nueva era de mega-urbanización, migraciones masivas y glocalidades, vale la pena detenerse a reflexionar sobre las nuevas formas que está adquiriendo la poesía contemporánea en Quito, ciudad cuyas orillas se desbordan a una velocidad sin precedentes, conforme se repleta de autos y de vaho, mientras pavimenta el entorno en un sacudón irrefrenable.
Gaston Bachelard, en su libro La poética del espacio, apunta a develar las estructuras profundas que adquieren forma en el campo del mito y la poesía a partir de hechos espaciales concretos y tangibles. Las metáforas del cielo y el infierno, el altillo y el sótano, el umbral, el laberinto, son tan sólo algunas de las fuerzas telúricas que se abren campo para inyectar de fuerza vital a la poesía de autores como Baudelaire.
Una colaboración entre la Bienal de Arquitectura de Quito y la Alianza Francesa hizo posible este interesante encuentro entre arquitectos, poetas y ciudadanos -nos permitió explorar la poética de nuestro espacio, de Quito, de esta ciudad de monasterios, colmenas, quebradas y tumbas, a través de las voces finalmente “audibles” de nuestra poesía joven.
Poetas participantes: Christian Arteaga, Samuel Tituaña, Fernando Escobar, Walter Jimbo, Marcelo Villa, Jorge Gómez, Edison Lasso, Carlos Luis Ortiz, Alex Tupiza, Javier Cevalos y Edwin Madrid
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